Un libro, tanto por contar...

 

"Escribir desde la oscuridad", alcancé a leer y, de inmediato, devoré de principio a fin aquel anuncio que apareció en la sección de noticias de mi cuenta de Facebook por obra y gracia de alguna dulce, y tierna, y celestial criatura que, asumo yo, quiso poner a mi alcance uno de los presentes más especiales, y estupendos, y mágicos que, por aquellos días de plena oscuridad en mi vida, se convertiría en el camino que me permitiría vislumbrar la maravillosa luz al final de aquella tenebrosa peripecia. 

¡Así fue! ¡No lo puedo ocultar y mal haría en hacerlo! 

No diré que todos mis demonios desaparecieron por fin y para siempre, pero diré que aprendí a lidiar con ellos e, inclusive, a "juguetear" con ellos, gracias a la magia, al poder, a la plasticidad del lenguaje. Gracias al poder de la palabra. En este caso, de la palabra escrita. 

Jamás había intentado hacer lo que Marco nos proponía: escribir, crear textos literarios a partir de nuestra propia experiencia. Quizá, de manera inconsciente, y porque desde siempre me atrajo la escritura, algunas veces lo hice, pero  mis "coqueteos" fueron, básicamente, con la poesía, mas no con la narrativa. 

La experiencia en aquel primer taller fue tal que, meses después, me hizo regresar a querer vivirla nuevamente, esta vez en el taller "Yo soy los otros". Los días de encierro; la soledad; la angustia; el miedo; la necesidad de ver a "los otros", de sentirlos, de escucharlos han quedado plasmados en nuestra memoria y han cobrado forma en una publicación hermosa que nos ha conectado, a todos los que en él hemos inscrito nuestras historias, de una manera súbita y milagrosa. 

¡Gracias, Marco García, por compartir con nosotros tu pasión por la escritura!